Jornalismo Científico: passado,
presente e futuro
Nesta edição, retomamos
o contato com Manuel Calvo Hernando, um dos decanos do jornalismo
científico em Iberoamerica, para conversarmos sobre problemas
e desafios do Jornalismo Científico, resgatarmos um pouco
da trajetória desta área na América Latina,
falamos sobre Internet e novas tecnologias e indagamos sobre os
seus projetos atuais e futuros. Conversar com Calvo Hernando é
aprender sempre.
"La práctica de la investigación
científica y la utilización del saber derivado de
su trabajo debe plantearse estos objetivos. Lograr el bienestar
de la humanidad, comprendida la reducción de la pobreza;
respetar la dignidad y los derechos de los seres humanos, así
como el medio ambiente del planeta; y tener plenamente en cuenta
la responsabilidad que nos incumbe con respecto a las generaciones
presentes y futuras." Manuel Calvo Hernando.
Manuel
Calvo Hernando é presidente de honra da Associação
Espanhola de Jornalismo Científico. Alguns de seus artigos,
comunicações etc podem ser acessados diretamente
no seu site:www.manuelcalvohernando.es.
Ciência & Comunicação:
Quais os principais problemas e desafios do jornalismo científico
contemporâneo?
Manuel Calvo Hernando:
Como consecuencia de la extensión creciente del Periodismo
Científico (PC), surge la necesidad de acciones que el
PC puede contribuir a desarrollar:
Creación de una conciencia
pública sobre el valor de la educación, la ciencia
y la tecnología en el progreso nacional.
Consideración de la divulgación
de la ciencia desde una perspectiva integradora y social, previo
estudio, en cada caso, de la audiencia a la que esta divulgación
va destinada.
Estudiar y difundir la misión
de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información
al servicio de individuos y sociedades.
Cooperación para difundir
y aplicar un léxico científico común, destinado
a hacer efectiva la aspiración de constituir una comunidad
de libre circulación de la información en lengua
portuguesa y española, que deje de ser solamente consumidora
de información y desarrolle la electrónica como
sector de enorme potencial económico y social.
Dedicar atención especial
a los temas ambientales (véase la interesante encuesta
sobre periodismo y ecología, presentada por Sergio Prenafeta
en el libro colectivo "Periodismo Científico en los
países del Convenio Andrés Bello").
Una política de difusión
integral de la ciencia y la tecnología debe cumplir, a
juicio del ecuatoriano Marco Encalada, unos objetivos y fines:
Afrontar el problema de la difusión científica y
tecnológica. La difusión debe considerarse no como
un problema exclusivo de información, sino como uno de
comunicación integral.
Todos los investigadores deben
comprometerse a aceptar normas éticas estrictas y a esforzarse
en la elaboración de código de deontología.
La responsabilidad social que incumbe a los científicos
exige que mantengan en un alto grado la honradez y el control
de calidad profesionales, difundan sus conocimientos y los comuniquen
al público, al mismo tiempo que forman a las nuevas generaciones.
La práctica de la investigación
científica y la utilización del saber derivado de
su trabajo debe plantearse estos objetivos. Lograr el bienestar
de la humanidad, comprendida la reducción de la pobreza;
respetar la dignidad y los derechos de los seres humanos, así
como el medio ambiente del planeta; y tener plenamente en cuenta
la responsabilidad que nos incumbe con respecto a las generaciones
presentes y futuras.
Ciência & Comunicação:
O senhor pode destacar por exemplo dois grandes desafios futuros
para a ciência e a tecnologia contemporâneas?
Manuel Calvo Hernando: 1)
Pluralidad de los sistemas
¿Cómo hacer para ponernos en contacto con seres
de otros mundos? El relato de nuestra búsqueda constituye
para David C. Holmes (¿Hay vida en otros mundos?) una de
las novelas policíacas más fascinantes de todos
los tiempos. En ella encuentran los elementos clásicos
del suspense, el misterio y la sorpresa en un grado digno de la
más estupenda narración de aventuras. Además,
el intento de establecer contacto con otros seres inteligentes
tendrá una profunda y perenne significación para
los seres humanos.
Si decidimos buscar en los innumerables
planetas la evidencia de vida inteligente, tendremos por delante
una tarea sugestiva y formidable. Como escribió el gran
físico británico Sir Arthur Eddington, "Nosotros
conocemos la prodigalidad de la Naturaleza. ¿Cuántas
bellotas se dispersan por cada una que prende y crece hasta convertirse
en una encina? ¿Acaso necesita la Naturaleza ser más
cuidadosa con sus estrellas, que con sus bellotas?"
Sabemos que un planeta, para poder
albergar vida, ha de ser suficientemente grande como para capturar
y retener una atmósfera, pero tampoco demasiado. El hidrógeno
de su atmósfera debe haberse disipado por lo menos en parte,
puesto que su presencia no favorece la evolución de formas
superiores de vida. Las grandes plantas tienden a retener sus
atmósferas de hidrógeno debido a la mayor fuerza
de la gravedad. Los gases atmosféricos secundarios, como
el oxígeno y el dióxido de carbono, son necesarios
para mantener la vida y estos gases deben ser retenidos.
El líquido es el gran fabricante
del ciclo de la vida, y así un planeta habitable debe tener
agua superficial o por lo menos
2) En defensa de la ciencia
El comunicador de la ciencia Martín
Bonfil Olivera, que trabaja en la Dirección General de
la Divulgación de la Ciencia de la UNAM (Universidad Nacional
Autónoma de México), ha publicado una selección
de su columna "La ciencia por gusto", en el periódico
Milenio. Se trata de un recorrido por algunos aspectos de esta
parte de la cultura: Cultura Científica, Esa cosa llamada
ciencia, Seudociencias y otros brebajes, En defensa de la ciencia.
Algunos capítulos son tan sugestivos y apasionantes como
los titulados "Cultura científica, ¿para qué?",
"Desventajas de la incultura científica", "El
pensamiento científico: la ciencia como actitud",
"El lenguaje de la ciencia", "La desgracia de la
ciencia", "El placer del científico", "Objetividad
y ciencia", "Escepticismo y dogmatismo en ciencia",
"Ëtica y Ciencia", "Breviario de la anticiencia",
"El miedo a la ciencia", "Cómo no defender
la ciencia", etc.
En el epílogo de este libro,
su autor afirma que la ciencia hay que saber apreciarla y disfrutarla,
verla como uno de los logros más espléndidos del
raciocinio y de lo que llama "el espíritu humano",
ese espíritu entendido como un producto del complejo funcionamiento
del cerebro que poseemos y que a su vez surgió de un proceso
de evolución a partir del mundo inanimado.
Ciência & Comunicação:
Como o senhor avalia a divulgação agressiva das
pseudociências pelos meios de comunicação
de massa? Em que medida essa divulgação pode prejudicar
o processo de alfabetização científica na
sociedade moderna?
Manuel Calvo Hernando:
Según se deduce de una encuesta de Gallup, el extraordinario
desarrollo científico técnico de Estados Unidos
y las muchas y buenas iniciativas en el campo de la divulgación
atractiva y rigurosa, no han logrado desterrar un amplio conjunto
de creencias generalizadas en la sociedad y referidas a lo paranormal,
lo fantasmagórico o lo demoníaco. La astrología,
los extraterrestres y toda una larga lista de supersticiones forman
parte de la cultura del norteamericano medio.
El estudio, realizado en junio
de 1990 sobre una muestra representativa de 1.236 adultos, ofrecía
los siguientes datos:
* Uno de cada cuatro norteamericanos
cree en los fantasmas.
* También uno de cada cuatro
cree haber tenido una experiencia extrasensorial a través
de la cual se comunicó con otra persona.
* Uno de cada seis afirma haber
tenido contacto extrasensorial con una persona fallecida.
* Uno de cada diez está
convencido de que en algún momento estuvo en presencia
de un fantasma.
* Más de la mitad creen
en el demonio y uno de cada diez asegura haber hablado con el
Maligno.
* Uno de cada siete afirma que
ha visto un ovni.
* Tres de cada cuatro ciudadanos
leen con regularidad los horóscopos en diarios y revistas
y uno de cada cuatro cree firmemente en las predicciones que se
hacen en ellos.
Paradójicamente, como explica
la propia encuesta Gallup, la mayoría de estas creencias
y supersticiones están en abierta contradicción
o chocan frontalmente con las convicciones religiosas de la generalidad
de los encuestados.
Las falsas ciencias son un lado
oscuro de la humanidad y los fraudes científicos, un lado
oscuro de la ciencia. Desgraciadamente, la era de la penicilina,
de la exploración del espacio, de los microprocesadores
y de la biotecnología, es también la era del auge
de la astrología, la cartomancia, los brujos, los curanderos
y hasta el espiritismo. Es también la era de las hipótesis
fantásticas presentadas como certezas y de la ola de publicaciones
que se llamó "realismo fantástico", que
tuvo su edad de oro con la revista Planéte y que hoy se
perpetúa en los libros de Von Daniken y otros.
Al borde del siglo XXI, la astrología
revive hoy, precisamente cuando la ciencia avanza más deprisa
y cuando los conocimientos sobre el cosmos son más vastos
y precisos. La ciencia se sustituye por la no ciencia y asistimos
hoy al renacer de toda una serie de actividades predictivas ocultistas,
desde el tarot a la numerología, pasando por la astrología.
Una sociedad inculta o desinformada, deseosa de dejarse engañar
por lo oculto, no sólo tolera estas actividades, sino que
a menudo las fomenta y las acepta como ciertas, aunque sólo
sea parcialmente.
Ciência & Comunicação:
A Internet tem contribuído positivamente para o fortalecimento
do jornalismo científico ou tem incorporado outros problemas
à sua prática?
Manuel Calvo Hernando: Por
sua capacidad para distribuir el poder de la información,
Internet puede compararse com la red eléctrica y el motor.
Internet es el tejido de nuestras
vidas. Si la tecnología de la información es el
equivalente histórico de lo que supuso la electricidad
en la era industrial, en nuestra era podríamos comparar
a Internet con la red eléctrica y el motor eléctrico,
dada su capacidad para distribuir el poder de la información
por todos los ámbitos de la actividad humana. Del mismo
modo que las nuevas tecnologías de generación y
distribución de energía permitieron que la fábrica
y la gran empresa se establecieran como las bases organizativas
de la sociedad industrial. Internet constituye actualmente la
base tecnológica de la forma organizativa que caracteriza
a la era de la información: la red.
Una red es un conjunto de nodos
interconectados. Las redes son formas muy antiguas de la actividad
humana, pero actualmente tales redes han cobrado nueva vida, al
convertirse en redes de información, impulsadas por Internet.
Las redes tienen extraordinarias ventajas como herramientas debido
a su flexibilidad y adaptabilidad, características fundamentales
para sobrevivir y prosperar en un entorno que cambia a toda velocidad.
Por eso se desarrollan las redes en todos los sectores económicos
y sociales y funcionan mejor que las grandes empresas organizadas
verticalmente y que las burocracias centralizadas, y compitiendo
favorablemente con ellas.
Sin embargo, y a pesar de su mayor
flexibilidad, las redes han tenido que enfrentarse tradicionalmente
a un problema fundamental. Se encontraban con serias dificultades
para coordinar sus funciones, concentrar sus recursos en objetivos
concretos y llevar a cabo una determinada tarea, a partir de un
cierto grado de complejidad y de dimensión de la red. A
lo largo de gran parte de la historia humana, y a diferencia de
lo que ocurre con la evolución biológica, las redes
se vieron superadas como sistemas instrumentales por organizaciones
capaces de concentrar los recursos en torno a proyectos definidos
de manera centralizada, y llevados a cabo mediante la ejecución
de tareas en cadenas verticales de control y mando. Las redes
estaban circunscritas básicamente al entorno de la vida
privada, mientras que las jerarquías centralizadas eran
el feudo del poder y la producción.
Pero actualmente, la introducción
de tecnologías de información y comunicación
de base informática, y en especial de Internet, permite
que las redes desplieguen su flexibilidad y adaptabilidad, afirmando
así su naturaleza evolutiva. Así, estas tecnologías
permiten la coordinación de tareas y la gestión
de la complejidad. De todo ello se deriva una combinación
sin precedentes de flexibilidad y eficacia en la realización
de tareas, de toma coordinada de decisiones y ejecución
descentralizada, de expresión individualizada y comunicación
global y horizontal, lo que permite el desarrollo de una forma
organizativa superior de la actividad humana.
Internet fue diseñada premeditadamente
como una tecnología de comunicación libre por una
serie de razones históricas y culturales que Manuel Castells
explica en su reciente estudio La Galaxia Internet. De este proyecto
no se deduce que todos seamos libres por fin gracias a Internet;
todo depende más bien del contexto y del proceso. Lo que
está claro es que Internet es una tecnología especialmente
maleable, susceptible de sufrir profundas modificaci nes debidas
a su uso social, que pueden producir toda una gama de consecuencias
sociales que no deben ser proclamadas de antemano, sino estudiadas
a partir de su observación en la práctica.
Ciência & Comunicação:
Resgate, com sua experiência e conhecimento, um pouco da
trajetória do Jornalismo Científico na Iberoamérica.
Manuel Calvo Hernando: En
octubre de 1962 se celebró en Santiago de Chile, por iniciativa
del Centro Técnico de la SIP (Sociedad Interamericana de
Prensa) y de la OEA, el primer seminario de periodismo científico,
a nivel de directores de periódico y hombres de ciencia;
la segunda experiencia fue el curso de CIESPAL, en Quito. En septiembre
de 1965, el Departamento de Asuntos Científicos de la Unión
Panamericana organizó un Curso de Periodismo Científico
en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo
para América Latina (CIESPAL), de Quito. La tercera experiencia
fue la Mesa Redonda sobre Periodismo Científico, en noviembre
de 1966, en Buenos Aires , organizada por la Unión Panamericana
y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas de la Argentina. En este acto, se presentó
un trabajo que, a juicio del embajador Gutiérrez, puede
considerarse como el punto de partida para la comprensión
entre los científicos y los periodistas, es decir, el puente
entre la isla en que viven los primeros, y el continente donde
están las masas a las que debemos mantener informadas.
Estos datos fueron expuestos por
el vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, el
boliviano Guillermo Gutiérrez, en el seminario de Periodismo
Científico que tuvimos en el Instituto de Cultura Hispánica
de Madrid.
Los debates fueron dirigidos por
el embajador director del Centro Técnico de la SIP, El
embajador Gutiérrez resumió los objetivos del seminario
con estas palabras: "La prensa hispanoamericana tiene la
obligación de presentar, de forma sencilla y comprensible,
toda la información para el público relacionada
con la ciencia y sus efectos en la explosión tecnológica".
La Consulta Técnica sobre
Periodismo Científico, supuso un nuevo paso en el largo
y complejo camino de la educación popular mediante el empleo
de los medios informativos, que todos los países necesitan,
pero muy especialmente las sociedades americanas. La Declaración
de Buenos Aires recuerda que el periodismo científico debe
contribuir a la creación de una conciencia pública
bien informada, que impulse la participación de los ciudadanos
en el diseño y realización de planes de desarrollo
científico y tecnológico, en concordancia con los
intereses nacionales y teniendo en cuenta que el progreso científico
y técnico es fundamental para el desarrollo integral de
los países de la región.
En la Declaración de Buenos
Aires se recomienda a universidades y centros de investigación
que incluyan la disciplina "Periodismo Científico"
en los planes de estudios de Comunicación, a los propios
medios, que incorporen los temas de ciencia y tecnología,
de modo amplio y coherente, y a los gobiernos e instituciones
internacionales, y que desarrollen instrumentos informativos sobre
ciencia y tecnología, dirigidos a los parlamentarios y
responsables políticos de los países.
En Colombia, Chile y Perú
se celebraron cursos de Periodismo Científico patrocinados
por el Convenio Andrés Bello, que agrupa a los países
andinos. El primero de estos cursos fue en Bogotá (10 al
21 de agosto de 1987 y el segundo en Medellín. En Bogotá,
las clases estuvieron a cargo de Manuel Calvo Hernando (España),
Sergio Prenafeta (Chile) y Carmen Teresa Sosa (Venezuela). En
el curso se trataron os objetivos y los problemas del periodismo
científico y las aplicaciones en sociedades y medios de
los países representados, con un carácter teórico-práctico.
En su discurso de apertura, el
Secretario Ejecutivo del Convenio Andrés Bello, Hernando
Ochoa, subrayó la urgencia de enfrentarse con la tarea
de comunicar el conocimiento a millones de seres humanos que se
debaten entre el desempleo, el hambre, la miseria, el analfabetismo,
la inseguridad y otros rasgos propios del subdesarrollo, y la
necesidad de hacerlo en forma práctica, sencilla y precisa,
con la ayuda de lo comunicadores sociales.
En Antofagasta (Chile) se tuvo
en 1988 un Seminario Internacional de Periodismo Científico,
organizado también por el Convenio Andrés Bello.
Participaron una treintena de periodistas de Argentina, Bolivia,
Colombia, Ecuador, España, Chile, Panamá, Perú
y Venezuela. Rodolfo Garcés Guzmán, director de
"El Mercurio de Antofagasta" ofreció una conferencia
sobre "Periodismo Científico. Experiencias y testimonios
de un reportero". El ecuatoriano Fernando Naranjo, quien
se preguntó si hay interés y espacio para la ciencia
en los medios de comunicación de América Latina.
El presidente de la Asociación Chilena de Periodismo Científico
Sergio Prenafeta, habló sobre "El Papel del periodista
como mediador de la Información, y el presidente de la
Asociación Española, Manuel Calvo Hernando, subrayó
las responsabilidades de la sociedad y de los medios informativos
en la divulgación pública del conocimiento científico.
El periodismo científico
tiene una parte de periodismo y otra de ciencia. En la primera
dimensión, como materia informativa, se trata de una especialidad
de nuestro tiempo, que he procurado definir y describir en diversos
lugares. Como parte de la ciencia, es algo inherente a la propia
función del conocimiento, una actividad social que parece
requerir no sólo la participación de la comunidad
investigadora, sino de toda la sociedad.
En Costa Rica, se tuvo un Curso
Internacional de Periodismo Científico, del 1 al 5 de junio
de 1992, organizado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología,
conjuntamente con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
y Tecnológicas (CONICIT) y la Asociación Costarricense
de Periodismo Científico.
En Guatemala, los días 8,
9 y 10 de junio de 1992, se celebró el Primer
Seminario-Taller sobre Periodismo Científico. La primera
intervención llevaba por título "El reto de
la comunicación masiva para la Comunidad Iberoamericana".
Entre el 30 de septiembre y el
3 de octubre de 1992, la Unión de Periodistas de Cuba organizó
un Taller Iberoamericano de Tele-Periodismo Científico,
y que mostró la necesidad de encuentros entre profesionales
de la comunicación, no sólo para intercambiar experiencias
sino con el objetivo de actualizar conocimientos. El Taller fue
una vía de encuentro y de profundización en la superación
académica de nuestros profesionales.
Ante el VII Congreso Iberoamericano
de Periodismo Científico, el 29 de marzo de 1999 se desarrolló
en San José (Costa Rica) una reunión en la que participaron
representantes de México, Guatemala, Honduras y Costa Rica.
En la región centroamericana se han realizado esfuerzos
y acciones para impulsar el periodismo científico a través
de la creación de asociaciones de periodismo en los países
y la organización seminarios y eventos de capacitación
para la prensa, con el propósito de abrir espacios en los
medios para divulgar la ciencia y tecnología a nivel popular.
Sin embargo, muchas de estas actividades son esporádicas,
se realizan de forma aislada, se desconocen muchas actividades
entre los países y se duplican esfuerzos por la falta de
comunicación e integración de las acciones con un
enfoque regional.
Para los países centroamericanos
no es fácil disponer de recursos económicos y humanos
que permitan la actualización permanente de sus periodistas
científicos. Por esta razón, los participantes en
la reunión de Costa Rica proponían la búsqueda
de alianzas estratégicas con organismos internacionales
e instituciones de prestigio, tales como la Organización
de Estados Americanos (OEI), lSin embargo, este desarrollo científico
no forma parte de un acervo integrado de información, así
que se hace en Costa Rica o en Nicaragua no se comparte a nivel
de información periodística, con lo cual se produce
una brecha de conocimiento entre los países.
Del 20 al 22 de septiembre de 1993
se celebró en Tegucigalpa, Honduras. Sus objetivos eran
los siguientes: Analizar la importancia de la especialidad de
informar periodísticamente sobre ciencia y tecnología;
conocer las tendencias del periodismo especializado en el mundo
moderno; actualizar y profundizar el conocimiento de los periodistas
que atienden fuentes de cinia y tecnología; promover el
desarrollo del periodismo científico en Honduras; establecer
la cooperación entre los periodistas y lo medios en las
instituciones científicas, profesionales y culturales para
la difusión del conocimiento.
México es el país
de lengua española que más en serio se ha tomado
la divulgación de la ciencia. Quisiera desarrollar esta
afirmación a través del análisis de varios
puntos. En primer lugar, el principio fue Prenci, un boletín
mensual del Centro Universitario de la Ciencia de la UNAM (Universidad
Nacional Autónoma de México). Prenci fue sitio de
reunión, punto de convergencia de varias generaciones de
escritores y divulgadores de la ciencia universitarios, quienes
usaron sus páginas para probar fortuna y afilar las armas.
Quien revise la colección de cerca de cerca de 150 números,
publicados en casi 13 años, notará que, a pesar
de los cambios de formato, de diseño y de contenidos, Prenci
logró forjarse una especie de estilo y de presencia singular,
y pudo mantener en sus contenidos y su trabajo gráfico.
Para el biólogo y escritor
Carlos López Beltrán, Prenci marcó una etapa
y definió una manera de hacer las cosas en el área
de la divulgación científica universitaria, a partir
de lo cual han crecido y se han desarrollado ramas y vertientes
diversas. Para algunos de nuestros actuales divulgadores, dejó
huellas no difíciles de descubrir. El amor a la precisión
en la expresión. El cuidado en la elección de los
temas. El acento en la sustancia breve y eficaz. El humor seco,
civil o bárbaro, pero siempre mordaz e iconoclasta. El
gusto por el equilibrio tipográfico y las ilustraciones
justas. La idea de que en el breve espacio de un cuadernillo se
condensara la materia de los conceptos científicos y sus
múltiples posibilidades de presentación, y divertimento,
de una manera amable y sorpresiva.
La presencia tutelar se encarna
en Luis Estrada, creador de dos empresas históricas. La
revista Naturaleza y el Centro Universitario de Comunicación
de la Ciencia. Como hermano menor de Naturaleza (de la que habría
también que hacer una antología), Prenci heredó
sus hallazgos y su savoir faire. En aquellos años, escribir
de ciencia en español era algo en lo que los redactores
de Naturaleza llevaban la delantera mundial. Alejandro Quevedo
fue la persona que, combinando los talentos más variados,
hizo de esas cuatro paginitas un gozo para escritores, lectores
y editores. Otra mención especial merecen los cuentos breves
de Ana María Sánchez (recogidos en su libro Relatos
de ciencia). La traducción fue otro oficio que se ejerció
con cuidado y juicio crítico en Prenci.
Para el equipo editorial de la
revista mexicana Ciencias la divulgación es "un medio
para integrar conocimientos, acercar disciplinas, vincular la
ética al quehacer científico y sobre todo acortar
la distancia entre el público y los expertos. La imagen
del mundo que la ciencia ha construido sólo puede ser recreada
por medio de la confluencia de las diversas ramas del conocimiento".
Los autores del trabajo añaden que la ciencia misma "no
puede escapar a esta visión global y que relacionarla con
los problemas naturales y sociales permite al público tener
una visión más real de ella" y que "presentar
una faceta desmitificadora y crítica de la ciencia no va
en su detrimento, mientras más claramente aparezcan ante
la sociedad los límites y los factores que determinan el
desarrollo científico, más nítidamente emergerá
el papel que esta actividad humana debe desempeñar"
CIESPAL ha organizó varios
cursos sobre Divulgación e Información Científica
pública. Con ocasión de estos cursos, el profesor
francés Jacques Léauté, director del Centro
Internacional de Enseñanza del Periodismo de Estrasburgo
por entonces, jurista y autor de libros, dictó cursos en
el III y IV ciclos de CIESPAL.
La ciencia y la tecnología
son productos de la creación humana y su aporte es fundamental
para el desarrollo de los pueblos. Tienen un cometido social y,
para cumplirlo, deben ser comprendidas por todos, no sólo
por científicos. Para fomentar la comprensión pública
de la ciencia, conviene promover más cultura científica
en el público lego y una participación más
activa, por parte de los científicos, en las preocupaciones
de la vida cotidiana. Este cambio se logra con la aplicación
de políticas científicas adecuadas y con la Comunicación
Pública de la Ciencia y la Tecnología (CPCT).
La falta de políticas científicas
orientadas al estudio y solución de problemas regionales
es uno de los principales problemas que conlleva al Ecuador a
un estado de extrema dependencia en los aspectos económico,
industrial, político, científico y tecnológico.
(Tesis de la Licenciada Ecuatoriana Mª de los Angeles Erazo,
presentada en la Universidad de Salamanca España)
El periodismo científico
tiene una parte de periodismo y otra de ciencia. En la primera
dimensión, como materia informativa, se trata de una especialidad
de nuestro tiempo, que he procurado definir y describir en diversos
lugares. Como parte de la ciencia, es algo inherente a la propia
función del conocimiento, una actividad social que parece
requerir no sólo la participación de la comunidad
investigadora, sino de toda la sociedad.
Ciência & Comunicação:
A literatura e a pesquisa em Jornalismo Científico tem
crescido ou ainda estamos distantes de uma situação
ideal?
Manuel Calvo Hernando: ¿Estamos
distantes de una situación ideal? En rigor, y pesar de
lo hecho, estamos todavía lejos de una situación
ideal. Nos falta investigar, sobre la base de los avances en otros
países y ensayar soluciones. Queda bastante por hacer.
Ciência & Comunicação:
Quais são os projetos que está desenvolvendo neste
momento na área? É verdade que está finalizando
um novo livro? Fale-nos um pouco sobre ele (tema do livro, quando
vai ser lançado etc).
Manuel Calvo
Hernando: No es uno, sino varios.
Estoy concluyendo la edición de mi tesis doctoral sobre
Periodismo Científico, en Madrid, y acabando un libro en
contra de las pseudociencias, que publicará una editorial
de Pamplona (norte de España). Además, tengo otro
proyecto de Periodismo Científico, y algunos proyectos
más. He puesto en la red de Internet, una web dedicada
a Periodismo Científico, Divulgación de la
Ciencia y temas conexos.
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