<% pagina = "http://" & request.ServerVariables("HTTP_HOST") & request.ServerVariables("URL") %> Ciência & Comunicação - Entrevista
Volume 3
Número 5

20 de dezembro de 2006
 
 * Edição atual    

           Jornalismo Científico: passado, presente e futuro

          Nesta edição, retomamos o contato com Manuel Calvo Hernando, um dos decanos do jornalismo científico em Iberoamerica, para conversarmos sobre problemas e desafios do Jornalismo Científico, resgatarmos um pouco da trajetória desta área na América Latina, falamos sobre Internet e novas tecnologias e indagamos sobre os seus projetos atuais e futuros. Conversar com Calvo Hernando é aprender sempre.

          "La práctica de la investigación científica y la utilización del saber derivado de su trabajo debe plantearse estos objetivos. Lograr el bienestar de la humanidad, comprendida la reducción de la pobreza; respetar la dignidad y los derechos de los seres humanos, así como el medio ambiente del planeta; y tener plenamente en cuenta la responsabilidad que nos incumbe con respecto a las generaciones presentes y futuras." Manuel Calvo Hernando.

Manuel Calvo Hernando é presidente de honra da Associação Espanhola de Jornalismo Científico. Alguns de seus artigos, comunicações etc podem ser acessados diretamente no seu site:www.manuelcalvohernando.es.

Ciência & Comunicação: Quais os principais problemas e desafios do jornalismo científico contemporâneo?

Manuel Calvo Hernando: Como consecuencia de la extensión creciente del Periodismo Científico (PC), surge la necesidad de acciones que el PC puede contribuir a desarrollar:

Creación de una conciencia pública sobre el valor de la educación, la ciencia y la tecnología en el progreso nacional.

Consideración de la divulgación de la ciencia desde una perspectiva integradora y social, previo estudio, en cada caso, de la audiencia a la que esta divulgación va destinada.

Estudiar y difundir la misión de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información al servicio de individuos y sociedades.

Cooperación para difundir y aplicar un léxico científico común, destinado a hacer efectiva la aspiración de constituir una comunidad de libre circulación de la información en lengua portuguesa y española, que deje de ser solamente consumidora de información y desarrolle la electrónica como sector de enorme potencial económico y social.

Dedicar atención especial a los temas ambientales (véase la interesante encuesta sobre periodismo y ecología, presentada por Sergio Prenafeta en el libro colectivo "Periodismo Científico en los países del Convenio Andrés Bello").

Una política de difusión integral de la ciencia y la tecnología debe cumplir, a juicio del ecuatoriano Marco Encalada, unos objetivos y fines: Afrontar el problema de la difusión científica y tecnológica. La difusión debe considerarse no como un problema exclusivo de información, sino como uno de comunicación integral.

Todos los investigadores deben comprometerse a aceptar normas éticas estrictas y a esforzarse en la elaboración de código de deontología. La responsabilidad social que incumbe a los científicos exige que mantengan en un alto grado la honradez y el control de calidad profesionales, difundan sus conocimientos y los comuniquen al público, al mismo tiempo que forman a las nuevas generaciones.

La práctica de la investigación científica y la utilización del saber derivado de su trabajo debe plantearse estos objetivos. Lograr el bienestar de la humanidad, comprendida la reducción de la pobreza; respetar la dignidad y los derechos de los seres humanos, así como el medio ambiente del planeta; y tener plenamente en cuenta la responsabilidad que nos incumbe con respecto a las generaciones presentes y futuras.

Ciência & Comunicação: O senhor pode destacar por exemplo dois grandes desafios futuros para a ciência e a tecnologia contemporâneas?

Manuel Calvo Hernando: 1) Pluralidad de los sistemas
¿Cómo hacer para ponernos en contacto con seres de otros mundos? El relato de nuestra búsqueda constituye para David C. Holmes (¿Hay vida en otros mundos?) una de las novelas policíacas más fascinantes de todos los tiempos. En ella encuentran los elementos clásicos del suspense, el misterio y la sorpresa en un grado digno de la más estupenda narración de aventuras. Además, el intento de establecer contacto con otros seres inteligentes tendrá una profunda y perenne significación para los seres humanos.

Si decidimos buscar en los innumerables planetas la evidencia de vida inteligente, tendremos por delante una tarea sugestiva y formidable. Como escribió el gran físico británico Sir Arthur Eddington, "Nosotros conocemos la prodigalidad de la Naturaleza. ¿Cuántas bellotas se dispersan por cada una que prende y crece hasta convertirse en una encina? ¿Acaso necesita la Naturaleza ser más cuidadosa con sus estrellas, que con sus bellotas?"

Sabemos que un planeta, para poder albergar vida, ha de ser suficientemente grande como para capturar y retener una atmósfera, pero tampoco demasiado. El hidrógeno de su atmósfera debe haberse disipado por lo menos en parte, puesto que su presencia no favorece la evolución de formas superiores de vida. Las grandes plantas tienden a retener sus atmósferas de hidrógeno debido a la mayor fuerza de la gravedad. Los gases atmosféricos secundarios, como el oxígeno y el dióxido de carbono, son necesarios para mantener la vida y estos gases deben ser retenidos.

El líquido es el gran fabricante del ciclo de la vida, y así un planeta habitable debe tener agua superficial o por lo menos

2) En defensa de la ciencia

El comunicador de la ciencia Martín Bonfil Olivera, que trabaja en la Dirección General de la Divulgación de la Ciencia de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), ha publicado una selección de su columna "La ciencia por gusto", en el periódico Milenio. Se trata de un recorrido por algunos aspectos de esta parte de la cultura: Cultura Científica, Esa cosa llamada ciencia, Seudociencias y otros brebajes, En defensa de la ciencia. Algunos capítulos son tan sugestivos y apasionantes como los titulados "Cultura científica, ¿para qué?", "Desventajas de la incultura científica", "El pensamiento científico: la ciencia como actitud", "El lenguaje de la ciencia", "La desgracia de la ciencia", "El placer del científico", "Objetividad y ciencia", "Escepticismo y dogmatismo en ciencia", "Ëtica y Ciencia", "Breviario de la anticiencia", "El miedo a la ciencia", "Cómo no defender la ciencia", etc.

En el epílogo de este libro, su autor afirma que la ciencia hay que saber apreciarla y disfrutarla, verla como uno de los logros más espléndidos del raciocinio y de lo que llama "el espíritu humano", ese espíritu entendido como un producto del complejo funcionamiento del cerebro que poseemos y que a su vez surgió de un proceso de evolución a partir del mundo inanimado.

Ciência & Comunicação: Como o senhor avalia a divulgação agressiva das pseudociências pelos meios de comunicação de massa? Em que medida essa divulgação pode prejudicar o processo de alfabetização científica na sociedade moderna?

Manuel Calvo Hernando: Según se deduce de una encuesta de Gallup, el extraordinario desarrollo científico técnico de Estados Unidos y las muchas y buenas iniciativas en el campo de la divulgación atractiva y rigurosa, no han logrado desterrar un amplio conjunto de creencias generalizadas en la sociedad y referidas a lo paranormal, lo fantasmagórico o lo demoníaco. La astrología, los extraterrestres y toda una larga lista de supersticiones forman parte de la cultura del norteamericano medio.

El estudio, realizado en junio de 1990 sobre una muestra representativa de 1.236 adultos, ofrecía los siguientes datos:

* Uno de cada cuatro norteamericanos cree en los fantasmas.

* También uno de cada cuatro cree haber tenido una experiencia extrasensorial a través de la cual se comunicó con otra persona.

* Uno de cada seis afirma haber tenido contacto extrasensorial con una persona fallecida.

* Uno de cada diez está convencido de que en algún momento estuvo en presencia de un fantasma.

* Más de la mitad creen en el demonio y uno de cada diez asegura haber hablado con el Maligno.

* Uno de cada siete afirma que ha visto un ovni.

* Tres de cada cuatro ciudadanos leen con regularidad los horóscopos en diarios y revistas y uno de cada cuatro cree firmemente en las predicciones que se hacen en ellos.

Paradójicamente, como explica la propia encuesta Gallup, la mayoría de estas creencias y supersticiones están en abierta contradicción o chocan frontalmente con las convicciones religiosas de la generalidad de los encuestados.

Las falsas ciencias son un lado oscuro de la humanidad y los fraudes científicos, un lado oscuro de la ciencia. Desgraciadamente, la era de la penicilina, de la exploración del espacio, de los microprocesadores y de la biotecnología, es también la era del auge de la astrología, la cartomancia, los brujos, los curanderos y hasta el espiritismo. Es también la era de las hipótesis fantásticas presentadas como certezas y de la ola de publicaciones que se llamó "realismo fantástico", que tuvo su edad de oro con la revista Planéte y que hoy se perpetúa en los libros de Von Daniken y otros.

Al borde del siglo XXI, la astrología revive hoy, precisamente cuando la ciencia avanza más deprisa y cuando los conocimientos sobre el cosmos son más vastos y precisos. La ciencia se sustituye por la no ciencia y asistimos hoy al renacer de toda una serie de actividades predictivas ocultistas, desde el tarot a la numerología, pasando por la astrología. Una sociedad inculta o desinformada, deseosa de dejarse engañar por lo oculto, no sólo tolera estas actividades, sino que a menudo las fomenta y las acepta como ciertas, aunque sólo sea parcialmente.

Ciência & Comunicação: A Internet tem contribuído positivamente para o fortalecimento do jornalismo científico ou tem incorporado outros problemas à sua prática?

Manuel Calvo Hernando: Por sua capacidad para distribuir el poder de la información, Internet puede compararse com la red eléctrica y el motor.

Internet es el tejido de nuestras vidas. Si la tecnología de la información es el equivalente histórico de lo que supuso la electricidad en la era industrial, en nuestra era podríamos comparar a Internet con la red eléctrica y el motor eléctrico, dada su capacidad para distribuir el poder de la información por todos los ámbitos de la actividad humana. Del mismo modo que las nuevas tecnologías de generación y distribución de energía permitieron que la fábrica y la gran empresa se establecieran como las bases organizativas de la sociedad industrial. Internet constituye actualmente la base tecnológica de la forma organizativa que caracteriza a la era de la información: la red.

Una red es un conjunto de nodos interconectados. Las redes son formas muy antiguas de la actividad humana, pero actualmente tales redes han cobrado nueva vida, al convertirse en redes de información, impulsadas por Internet. Las redes tienen extraordinarias ventajas como herramientas debido a su flexibilidad y adaptabilidad, características fundamentales para sobrevivir y prosperar en un entorno que cambia a toda velocidad. Por eso se desarrollan las redes en todos los sectores económicos y sociales y funcionan mejor que las grandes empresas organizadas verticalmente y que las burocracias centralizadas, y compitiendo favorablemente con ellas.

Sin embargo, y a pesar de su mayor flexibilidad, las redes han tenido que enfrentarse tradicionalmente a un problema fundamental. Se encontraban con serias dificultades para coordinar sus funciones, concentrar sus recursos en objetivos concretos y llevar a cabo una determinada tarea, a partir de un cierto grado de complejidad y de dimensión de la red. A lo largo de gran parte de la historia humana, y a diferencia de lo que ocurre con la evolución biológica, las redes se vieron superadas como sistemas instrumentales por organizaciones capaces de concentrar los recursos en torno a proyectos definidos de manera centralizada, y llevados a cabo mediante la ejecución de tareas en cadenas verticales de control y mando. Las redes estaban circunscritas básicamente al entorno de la vida privada, mientras que las jerarquías centralizadas eran el feudo del poder y la producción.

Pero actualmente, la introducción de tecnologías de información y comunicación de base informática, y en especial de Internet, permite que las redes desplieguen su flexibilidad y adaptabilidad, afirmando así su naturaleza evolutiva. Así, estas tecnologías permiten la coordinación de tareas y la gestión de la complejidad. De todo ello se deriva una combinación sin precedentes de flexibilidad y eficacia en la realización de tareas, de toma coordinada de decisiones y ejecución descentralizada, de expresión individualizada y comunicación global y horizontal, lo que permite el desarrollo de una forma organizativa superior de la actividad humana.

Internet fue diseñada premeditadamente como una tecnología de comunicación libre por una serie de razones históricas y culturales que Manuel Castells explica en su reciente estudio La Galaxia Internet. De este proyecto no se deduce que todos seamos libres por fin gracias a Internet; todo depende más bien del contexto y del proceso. Lo que está claro es que Internet es una tecnología especialmente maleable, susceptible de sufrir profundas modificaci nes debidas a su uso social, que pueden producir toda una gama de consecuencias sociales que no deben ser proclamadas de antemano, sino estudiadas a partir de su observación en la práctica.

Ciência & Comunicação: Resgate, com sua experiência e conhecimento, um pouco da trajetória do Jornalismo Científico na Iberoamérica.

Manuel Calvo Hernando: En octubre de 1962 se celebró en Santiago de Chile, por iniciativa del Centro Técnico de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) y de la OEA, el primer seminario de periodismo científico, a nivel de directores de periódico y hombres de ciencia; la segunda experiencia fue el curso de CIESPAL, en Quito. En septiembre de 1965, el Departamento de Asuntos Científicos de la Unión Panamericana organizó un Curso de Periodismo Científico en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina (CIESPAL), de Quito. La tercera experiencia fue la Mesa Redonda sobre Periodismo Científico, en noviembre de 1966, en Buenos Aires , organizada por la Unión Panamericana y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Argentina. En este acto, se presentó un trabajo que, a juicio del embajador Gutiérrez, puede considerarse como el punto de partida para la comprensión entre los científicos y los periodistas, es decir, el puente entre la isla en que viven los primeros, y el continente donde están las masas a las que debemos mantener informadas.

Estos datos fueron expuestos por el vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, el boliviano Guillermo Gutiérrez, en el seminario de Periodismo Científico que tuvimos en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.

Los debates fueron dirigidos por el embajador director del Centro Técnico de la SIP, El embajador Gutiérrez resumió los objetivos del seminario con estas palabras: "La prensa hispanoamericana tiene la obligación de presentar, de forma sencilla y comprensible, toda la información para el público relacionada con la ciencia y sus efectos en la explosión tecnológica".

La Consulta Técnica sobre Periodismo Científico, supuso un nuevo paso en el largo y complejo camino de la educación popular mediante el empleo de los medios informativos, que todos los países necesitan, pero muy especialmente las sociedades americanas. La Declaración de Buenos Aires recuerda que el periodismo científico debe contribuir a la creación de una conciencia pública bien informada, que impulse la participación de los ciudadanos en el diseño y realización de planes de desarrollo científico y tecnológico, en concordancia con los intereses nacionales y teniendo en cuenta que el progreso científico y técnico es fundamental para el desarrollo integral de los países de la región.

En la Declaración de Buenos Aires se recomienda a universidades y centros de investigación que incluyan la disciplina "Periodismo Científico" en los planes de estudios de Comunicación, a los propios medios, que incorporen los temas de ciencia y tecnología, de modo amplio y coherente, y a los gobiernos e instituciones internacionales, y que desarrollen instrumentos informativos sobre ciencia y tecnología, dirigidos a los parlamentarios y responsables políticos de los países.

En Colombia, Chile y Perú se celebraron cursos de Periodismo Científico patrocinados por el Convenio Andrés Bello, que agrupa a los países andinos. El primero de estos cursos fue en Bogotá (10 al 21 de agosto de 1987 y el segundo en Medellín. En Bogotá, las clases estuvieron a cargo de Manuel Calvo Hernando (España), Sergio Prenafeta (Chile) y Carmen Teresa Sosa (Venezuela). En el curso se trataron os objetivos y los problemas del periodismo científico y las aplicaciones en sociedades y medios de los países representados, con un carácter teórico-práctico.

En su discurso de apertura, el Secretario Ejecutivo del Convenio Andrés Bello, Hernando Ochoa, subrayó la urgencia de enfrentarse con la tarea de comunicar el conocimiento a millones de seres humanos que se debaten entre el desempleo, el hambre, la miseria, el analfabetismo, la inseguridad y otros rasgos propios del subdesarrollo, y la necesidad de hacerlo en forma práctica, sencilla y precisa, con la ayuda de lo comunicadores sociales.

En Antofagasta (Chile) se tuvo en 1988 un Seminario Internacional de Periodismo Científico, organizado también por el Convenio Andrés Bello. Participaron una treintena de periodistas de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, España, Chile, Panamá, Perú y Venezuela. Rodolfo Garcés Guzmán, director de "El Mercurio de Antofagasta" ofreció una conferencia sobre "Periodismo Científico. Experiencias y testimonios de un reportero". El ecuatoriano Fernando Naranjo, quien se preguntó si hay interés y espacio para la ciencia en los medios de comunicación de América Latina. El presidente de la Asociación Chilena de Periodismo Científico Sergio Prenafeta, habló sobre "El Papel del periodista como mediador de la Información, y el presidente de la Asociación Española, Manuel Calvo Hernando, subrayó las responsabilidades de la sociedad y de los medios informativos en la divulgación pública del conocimiento científico.

El periodismo científico tiene una parte de periodismo y otra de ciencia. En la primera dimensión, como materia informativa, se trata de una especialidad de nuestro tiempo, que he procurado definir y describir en diversos lugares. Como parte de la ciencia, es algo inherente a la propia función del conocimiento, una actividad social que parece requerir no sólo la participación de la comunidad investigadora, sino de toda la sociedad.

En Costa Rica, se tuvo un Curso Internacional de Periodismo Científico, del 1 al 5 de junio de 1992, organizado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, conjuntamente con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) y la Asociación Costarricense de Periodismo Científico.

En Guatemala, los días 8, 9 y 10 de junio de 1992, se celebró el Primer
Seminario-Taller sobre Periodismo Científico. La primera intervención llevaba por título "El reto de la comunicación masiva para la Comunidad Iberoamericana".

Entre el 30 de septiembre y el 3 de octubre de 1992, la Unión de Periodistas de Cuba organizó un Taller Iberoamericano de Tele-Periodismo Científico, y que mostró la necesidad de encuentros entre profesionales de la comunicación, no sólo para intercambiar experiencias sino con el objetivo de actualizar conocimientos. El Taller fue una vía de encuentro y de profundización en la superación académica de nuestros profesionales.

Ante el VII Congreso Iberoamericano de Periodismo Científico, el 29 de marzo de 1999 se desarrolló en San José (Costa Rica) una reunión en la que participaron representantes de México, Guatemala, Honduras y Costa Rica. En la región centroamericana se han realizado esfuerzos y acciones para impulsar el periodismo científico a través de la creación de asociaciones de periodismo en los países y la organización seminarios y eventos de capacitación para la prensa, con el propósito de abrir espacios en los medios para divulgar la ciencia y tecnología a nivel popular. Sin embargo, muchas de estas actividades son esporádicas, se realizan de forma aislada, se desconocen muchas actividades entre los países y se duplican esfuerzos por la falta de comunicación e integración de las acciones con un enfoque regional.

Para los países centroamericanos no es fácil disponer de recursos económicos y humanos que permitan la actualización permanente de sus periodistas científicos. Por esta razón, los participantes en la reunión de Costa Rica proponían la búsqueda de alianzas estratégicas con organismos internacionales e instituciones de prestigio, tales como la Organización de Estados Americanos (OEI), lSin embargo, este desarrollo científico no forma parte de un acervo integrado de información, así que se hace en Costa Rica o en Nicaragua no se comparte a nivel de información periodística, con lo cual se produce una brecha de conocimiento entre los países.

Del 20 al 22 de septiembre de 1993 se celebró en Tegucigalpa, Honduras. Sus objetivos eran los siguientes: Analizar la importancia de la especialidad de informar periodísticamente sobre ciencia y tecnología; conocer las tendencias del periodismo especializado en el mundo moderno; actualizar y profundizar el conocimiento de los periodistas que atienden fuentes de cinia y tecnología; promover el desarrollo del periodismo científico en Honduras; establecer la cooperación entre los periodistas y lo medios en las instituciones científicas, profesionales y culturales para la difusión del conocimiento.

México es el país de lengua española que más en serio se ha tomado la divulgación de la ciencia. Quisiera desarrollar esta afirmación a través del análisis de varios puntos. En primer lugar, el principio fue Prenci, un boletín mensual del Centro Universitario de la Ciencia de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Prenci fue sitio de reunión, punto de convergencia de varias generaciones de escritores y divulgadores de la ciencia universitarios, quienes usaron sus páginas para probar fortuna y afilar las armas. Quien revise la colección de cerca de cerca de 150 números, publicados en casi 13 años, notará que, a pesar de los cambios de formato, de diseño y de contenidos, Prenci logró forjarse una especie de estilo y de presencia singular, y pudo mantener en sus contenidos y su trabajo gráfico.

Para el biólogo y escritor Carlos López Beltrán, Prenci marcó una etapa y definió una manera de hacer las cosas en el área de la divulgación científica universitaria, a partir de lo cual han crecido y se han desarrollado ramas y vertientes diversas. Para algunos de nuestros actuales divulgadores, dejó huellas no difíciles de descubrir. El amor a la precisión en la expresión. El cuidado en la elección de los temas. El acento en la sustancia breve y eficaz. El humor seco, civil o bárbaro, pero siempre mordaz e iconoclasta. El gusto por el equilibrio tipográfico y las ilustraciones justas. La idea de que en el breve espacio de un cuadernillo se condensara la materia de los conceptos científicos y sus múltiples posibilidades de presentación, y divertimento, de una manera amable y sorpresiva.

La presencia tutelar se encarna en Luis Estrada, creador de dos empresas históricas. La revista Naturaleza y el Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia. Como hermano menor de Naturaleza (de la que habría también que hacer una antología), Prenci heredó sus hallazgos y su savoir faire. En aquellos años, escribir de ciencia en español era algo en lo que los redactores de Naturaleza llevaban la delantera mundial. Alejandro Quevedo fue la persona que, combinando los talentos más variados, hizo de esas cuatro paginitas un gozo para escritores, lectores y editores. Otra mención especial merecen los cuentos breves de Ana María Sánchez (recogidos en su libro Relatos de ciencia). La traducción fue otro oficio que se ejerció con cuidado y juicio crítico en Prenci.

Para el equipo editorial de la revista mexicana Ciencias la divulgación es "un medio para integrar conocimientos, acercar disciplinas, vincular la ética al quehacer científico y sobre todo acortar la distancia entre el público y los expertos. La imagen del mundo que la ciencia ha construido sólo puede ser recreada por medio de la confluencia de las diversas ramas del conocimiento". Los autores del trabajo añaden que la ciencia misma "no puede escapar a esta visión global y que relacionarla con los problemas naturales y sociales permite al público tener una visión más real de ella" y que "presentar una faceta desmitificadora y crítica de la ciencia no va en su detrimento, mientras más claramente aparezcan ante la sociedad los límites y los factores que determinan el desarrollo científico, más nítidamente emergerá el papel que esta actividad humana debe desempeñar"

CIESPAL ha organizó varios cursos sobre Divulgación e Información Científica pública. Con ocasión de estos cursos, el profesor francés Jacques Léauté, director del Centro Internacional de Enseñanza del Periodismo de Estrasburgo por entonces, jurista y autor de libros, dictó cursos en el III y IV ciclos de CIESPAL.

La ciencia y la tecnología son productos de la creación humana y su aporte es fundamental para el desarrollo de los pueblos. Tienen un cometido social y, para cumplirlo, deben ser comprendidas por todos, no sólo por científicos. Para fomentar la comprensión pública de la ciencia, conviene promover más cultura científica en el público lego y una participación más activa, por parte de los científicos, en las preocupaciones de la vida cotidiana. Este cambio se logra con la aplicación de políticas científicas adecuadas y con la Comunicación Pública de la Ciencia y la Tecnología (CPCT).

La falta de políticas científicas orientadas al estudio y solución de problemas regionales es uno de los principales problemas que conlleva al Ecuador a un estado de extrema dependencia en los aspectos económico, industrial, político, científico y tecnológico. (Tesis de la Licenciada Ecuatoriana Mª de los Angeles Erazo, presentada en la Universidad de Salamanca España)

El periodismo científico tiene una parte de periodismo y otra de ciencia. En la primera dimensión, como materia informativa, se trata de una especialidad de nuestro tiempo, que he procurado definir y describir en diversos lugares. Como parte de la ciencia, es algo inherente a la propia función del conocimiento, una actividad social que parece requerir no sólo la participación de la comunidad investigadora, sino de toda la sociedad.

Ciência & Comunicação: A literatura e a pesquisa em Jornalismo Científico tem crescido ou ainda estamos distantes de uma situação ideal?

Manuel Calvo Hernando: ¿Estamos distantes de una situación ideal? En rigor, y pesar de lo hecho, estamos todavía lejos de una situación ideal. Nos falta investigar, sobre la base de los avances en otros países y ensayar soluciones. Queda bastante por hacer.

Ciência & Comunicação: Quais são os projetos que está desenvolvendo neste momento na área? É verdade que está finalizando um novo livro? Fale-nos um pouco sobre ele (tema do livro, quando vai ser lançado etc).

Manuel Calvo Hernando: No es uno, sino varios. Estoy concluyendo la edición de mi tesis doctoral sobre Periodismo Científico, en Madrid, y acabando un libro en contra de las pseudociencias, que publicará una editorial de Pamplona (norte de España). Además, tengo otro proyecto de Periodismo Científico, y algunos proyectos más. He puesto en la red de Internet, una web dedicada a Periodismo Científico, Divulgación de la Ciencia y temas conexos.

 

 
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