Periodismo
Educativo
Jorge Marín*
La
información publicada en los medios gráficos es
cada vez más abundante y requiere de un tratamiento especial
para jerarquizar su contenido. Esta demanda ha permitido el desarrollo
de distintas especializaciones, entre ellos, el periodismo cultural,
científico, cinematográfico, etcétera.
De
este modo, cada especialización requiere de un periodista
profesional que posea conocimientos de orden técnico-humanista,
a fin de poder encausar la información/opinión en
un espectro específico mediante la utilización de
los géneros.
A
mediados del siglo XX, ha surgido una nueva tendencia: el periodismo
educativo. En un principio, se refería exclusivamente al
tratamiento de la información educativa aparecida en los
diarios y, con posterioridad, se lo vincula con la información
publicada en revistas académicas, periódicos y boletines
gremiales, entre otros.
Hoy
es posible rever el contenido técnico del periodismo, a
fin de vincularlo con las actividades pedagógicas, para
lo cual el periodismo educativo puede transformarse en escolar,
o bien, en educomunicación.
Por
ello, analizaremos las distintas problemáticas que surgen
en torno a la especialización del periodismo educativo,
en el que se tratan los siguientes puntos: definición de
periodismo educativo, delimitación de las áreas
y aspecto pedagógico.
I
- Definición de periodismo educativo
Para
conceptuar al periodismo educativo, es necesario establecer por
separado los aspectos básicos de periodismo y educación.
Por
periodismo se entiende la función social de recopilar,
procesar y difundir por cualquier medio de comunicación
(mass media) una noticia de interés público, con
la finalidad de informar y formar, así como también
la de persuadir y entretener. El mensaje periodístico,
aparte de ser un hecho comunicable en el más amplio sentido,
cumple con la función formativa por los juicios de valor
que se emiten. Otra finalidad es la recreación, abarcando
diversos géneros: humorismo, ensayos, etcétera.
Así,
pues, el periodismo incluye comunicación por esencia, información
por necesidad; formación por deseo de orientar; entretenimiento
por naturaleza; y todo ello dentro de una área envolvente
que incluye estilo, técnica y representación adecuada
(Acosta Montoro, 1973: 54).
Los
matices presentados demuestran que el periodismo ha surgido como
una necesidad comunicacional y, su trascendencia, hoy día,
hace que no se pueda concebir una historia futura sin periodismo.
En
cuanto al término educación, se lo puede vincular
con la "educación para toda la vida", que coincide
con la noción de sociedad educativa,
en
la que -según la UNESCO- todo puede ser ocasión
para aprender y desarrollar las capacidades del individuo tanto
si se trata de brindar una segunda o una tercera ocasión
educativa o la de satisfacer la sed de conocimientos, de belleza
o de superación personal como de perfeccionar y ampliar
los tipos de formación estrictamente vinculados con las
exigencias de la vida profesional, comprendidos los de formación
práctica (Pérez de la Concha, 1999).
La
idea de esta visión educativa empieza a concebirse cuando
la sociedad tradicional va perdiendo su valor en puntos de referencia
colectivos y no queda otro recurso que anclarse en una cierta
configuración de los conocimientos adquiridos para "orientarse,
pensar y actuar".
Ambas
modalidades pueden integrarse en una tercera vía de análisis
en la que es posible definir el periodismo educativo, que es,
antes
que nada, producción y distribución de mensajes
informativos de actualidad que logren interesar a un público
determinado. El contenido de tales mensajes es la vida humana
haciéndose en todas partes y bajo todas las circunstancias
(Pérez de la Concha, 1999).
De
acuerdo con estos lineamientos, el criterio que puede establecerse
se basa en la búsqueda de puntos encontrados entre periodismo
y educación, estableciendo un espectro en que se puede
tratar a la comunicación social como una manera de canalizar
la información dentro de la sociedad, y a la información
educativa como un estudio que posibilita abordar distintos temas
en un área específica: la educación.
En
cuanto a la información educativa, ha sido definida por
la UNESCO como la elaboración, registro y comunicación
de ideas, opiniones, teorías, hechos, reglamentos, estadísticas,
y cualquier otro dato o información que pueden estar relacionados
con los sistemas de educación, los procesos educativos
y las actividades culturales y artísticas, que pueden contribuir
a mejorar la calidad educativa en todas las formas de comunicación,
teniendo especialmente en cuenta la naturaleza esencial de la
comunicación, que es la de actuar en ambos sentidos.
Es
dable destacar su importancia, ya que la información constituye
un punto importante de toda investigación o planeamiento.
La utilización de la información educativa ha sido
catalogada como un medio importante para la toma de decisiones,
así como también para elaborar estudios de situaciones
de relevancia. En cuanto a su difusión, se establece que
puede ser canalizada a través de los medios de comunicación
social, dependiendo del tipo de información presentada
y del efecto que causaría.
Su
tratamiento requiere de periodistas especializados en educación,
que ha surgido con la necesidad de intensificar y seleccionar
la información de interés colectivo.
Hay dos maneras de establecer la especialización en periodismo
educativo: un periodista interesado en la temática se especializa
en esta materia, debido a que domina las cuestiones periodísticas,
pero le faltan saberes específicos, o bien, un profesional
o experto en educación elige al periodismo para canalizar
sus inquietudes. Este caso es inverso al anterior. El profesional
domina su materia, pero necesita tener conocimientos en periodismo.
De
esta manera, el profesional especializado puede tomarse más
tiempo para analizar la información, verter su opinión
y como resultado inmediato pondrá en práctica la
inventiva, y por la naturaleza de la información, su mensaje
será enteramente pedagógico.
El
periodista, aparte de requerir de una serie de atributos especiales,
completará su experiencia con una técnica académica,
ya que escribe para un determinado público; en cierto sentido,
sus lectores también son especializados en la materia.
II
- Delimitación de las áreas
El
periodismo educativo puede ser delimitado por distintas áreas:
profesional, técnica y pedagógica.
A)
PROFESIONAL
La información educativa se puede hallar en distintos medios,
entre los que se destacan: la información de prensa: gacetillas,
problemas institucionales, huelgas, etc., y los boletines y periódicos
gremiales, que comprende una información específica
que interesa a un determinado público (afiliados) en el
tratamiento de políticas instrumentales, problemas de orden
interno, elecciones, etc., para lo cual se establece que esta
área en particular es de competencia exclusiva de los periodistas
profesionales.
B)
TÉCNICA
El ámbito universitario (estatal o privado) tiene a su
cargo la confección de una revista académica. Está
dirigido a un segmento educativo en particular: profesionales,
profesores y alumnos. Se publican artículos, ensayos, críticas
de libros, opiniones [
], que han sido escritos por especialistas.
La publicación concentra, además, una información
específica en la organización de congresos, seminarios,
etc. Dicha información puede ser publicada en papel o virtual.
C)
PEDAGÓGICA
Un último aspecto es la vinculación del periodismo
como recurso pedagógico, el que puede considerarse como
un elemento auxiliar, de competencia exclusiva de los docentes,
cuya identificación se relaciona con dos segmentos: la
educación, que es el tratamiento de temas específicos,
mediante la vinculación de los medios masivos en el ámbito
educativo: influencia, alcances, críticas, etc., y el periodismo
escolar, que puede ser definido como la aplicación pedagógica
de los contenidos periodísticos (lectura del diario), utilización
de los géneros (escritura), o bien, la creación
de un periódico o revista escolar, en sus modales: impreso,
confección manual o publicación por Internet.
Resulta
imperioso destacar que el segmento del periodismo escolar es el
que se relaciona con la problemática específica
que desarrollaremos seguidamente.
III
- Aspecto pedagógico
Una
vieja herencia del "enciclopedismo" marca un hito en
la educación, a veces, difícil de superar. Las tareas
que realiza el alumno pueden ser catalogadas como escolares, debido
a que su sola mención hace que sean vistas como tediosas
y aburridas, desconectadas de la realidad. Se aprende a leer en
textos resumidos y esquemáticos, se aplican fórmulas
mediante ejercicios didácticos y se emplea la oración
perfecta en un análisis gramatical.
En
cada ciclo lectivo, el docente apela a una práctica ritual,
sin mayores variantes. No sólo se cumple con el dictado
de una clase, sino que se ejerce una función reproductivista,
dejando de lado otros aspectos que pueden resultar beneficioso
para los alumnos: creatividad, imaginación y espontaneidad.
Otro
tema importante, vinculado con esta práctica, se refiere
al conocimiento escolar que, por lo general, no tiene sentido
para el alumno, ya que no satisface sus propios intereses. Se
piensa en él cuando se lo aplica a una actividad específica
o para rendir un examen. Después desaparece o se distorsiona
al momento de querer recordar un dato.
En
el antiguo modelo educativo, se evidencia una clara dicotomía
entre los conocimientos aplicados en la escuela y los que se necesita
para la vida. Muy bien lo señala D. Perkins, en su artículo
Las campanas de alarma, al analizar con ejemplos concretos lo
aprendido en el aula, al momento de aplicar los conocimientos
de cultura general. Elabora un diagnóstico sorprendente.
Una persona no recuerda con exactitud la formulación de
una teoría, o bien, su confusión llega a un extremo
que se transforma en un conocimiento distorsionado y, a veces,
carente de sentido. Organiza su exposición examinando las
grandes deficiencias de la educación, cuyos síntomas
son:
El
conocimiento frágil (los estudiantes no recuerdan, no comprenden
o no usan activamente gran parte de lo que supuestamente han aprendido),
y el pensamiento pobre (los estudiantes no saben pensar valiéndose
de lo que saben) (Perkins, 1997: 32).
Llega
a una sutil conclusión al establecer que todo el problema
del conocimiento implica algo más que un olvido, considerando
que el "conocimiento frágil" es una enfermedad
en su totalidad, ya que el conocimiento de los estudiantes, generalmente,
es frágil en diversos e importantes aspectos:
CONOCIMIENTO OLVIDADO: En ocasiones, buena parte del conocimiento,
simplemente, se esfuma.
CONOCIMIENTO INERTE: A veces se lo recuerda, pero es inerte. Permite
a los estudiantes aprobar los exámenes, pero no se lo aplica
en otras situaciones.
CONOCIMIENTO INGENUO: El conocimiento suele tomar la forma de
teorías ingenuas o estereotipos, incluso luego de haber
recibido el alumno una instrucción considerable, destinada
especialmente a proporcionar mejores teorías y a combatir
los estereotipos.
CONOCIMIENTO RITUAL: Los conocimientos que los alumnos adquieren
tienen con frecuencia un carácter ritual que sólo
sirve para cumplir con las tareas escolares (Perkins, 1997: 36/7).
Pedro Maya Arango analiza esta situación y, desde su postura,
llega a establecer idénticos resultados:
los
estudiantes son capaces de repetir los conceptos aprendidos en
las aulas escolares, pero son incapaces de resolver los problemas
que se les presentan en su diario vivir. Juzgan con precipitud
y sin un previo análisis los fenómenos sociales
en los cuales les toca desempeñarse por carencia de visiones
más holísticas y complejas para mirar tales fenómenos.
Análogamente, los problemas morales y éticos son
tratados en forma relativa y simplista sin enfrentarlos racionalmente,
arguyendo sus posiciones personales e individualistas, sin ninguna
reflexión y consideración por los puntos de vista
del otro, o lo que es lo mismo, sin referencia por la otredad
y su sentido comunitario (2000: 42).
Haciendo
una comparación de opiniones, se puede afirmar que este
conocimiento frágil es el producto de un esquema aplicado
por los alumnos: se estudia para aprobar una materia y en muchas
ocasiones para "zafar" de una situación conflictiva.
Guiados
por semejante estrategia, es indudable que los estudiantes no
organizan sus conocimientos mediante tesis o argumentos reflexivos.
Además, ni siquiera saben relacionar y aplicar los conocimientos
que poseen (¡Otra vez el conocimiento inerte!) [
]
La pereza mental de los alumnos se pone en evidencia hasta en
el viejo método de estudiar de memoria [
] Pero quizá
el bajo rendimiento tenga por causa la poca afinidad con la enseñanza
que se les imparte (Perkins, 1997: 40).
Esto
pone en evidencia el desinterés del alumno por lo que se
le impone, sin que se los pueda motivar hacia la búsqueda
de nuevos conocimientos.
Con
la implementación de la Reforma Educativa, se pretende
establecer que los temas curriculares se vinculen con la realidad,
que el alumno tenga una participación activa y no se transforme
en un mero espectador de su formación intelectual y personal.
El modelo que se intenta superar es el que trata de dar al alumno
una información libresca, que le permite únicamente
"conceptuar conceptos" y en la que el niño o
el adolescente se lo instruya en un aprendizaje que le sirve para
la escuela, poniendo la vida entre paréntesis. Educar no
es sólo brindar una instrucción sumaria del conocimiento,
sino una formación integral del alumno que le permita crecer
como persona y redescubrir sus potencialidades.
A
pesar de que se intente salir del viejo esquema, a fin de cambiar
el rumbo en la educación, algunas de estas prácticas
quedan latentes, como el caso del libro de texto.
Para realizar cualquier cambio, es necesario tener en cuenta que
muchas
de las innovaciones logradas en estos últimos años,
han sido simples transformaciones de forma pero no de fondo a
los proyectos curriculares y planes de estudio, sin profundizar
en el problema del conocimiento y las exigencias que éste
supone en la estructuración de la personalidad de los individuos
(Maya Arango, 2000: 42).
Es
aquí donde se necesita rever como "perspectiva"
un cambio de actitud del docente para con los alumnos, a fin de
aplicar una moderna metodología acorde con la realidad
circundante, es decir, el pensamiento significativo, teniendo
en cuenta los conocimientos previos de los alumnos que se basan
en conceptos, actitudes y procedimientos. Siguiendo los lineamientos
de José A. León, es necesario tomar conciencia de
que existen cuatro factores fundamentales que impiden su no disponibilidad:
una falta de atención; la falta de motivación; la
distancia entre el conocimiento escolar y el conocimiento real,
para lo cual el alumno recurre a una memorización ritual;
y una falla en la planificación para aplicar los nuevos
contenidos, lo que supone
un
serio impedimento para que los alumnos se den cuenta de que es
necesario movilizar sus conocimientos previos. Así, la
falta de relación entre áreas, una excesiva fragmentación
de las actividades, pueden hacer muy penosa la tarea de detectar
qué conocimientos previos son importantes para entrar en
contacto con los nuevos contenidos (León, 1996: 23).
Para
ello, se pueden integrar cinco aspectos que pueden considerarse
para la aplicación del periodismo como recurso pedagógico:
lectura del diario, escritura de géneros, taller de periodismo,
) pensamiento periodístico y opinión pública.
Lectura
del diário
La
lectura como finalidad cognitiva ha decaído considerablemente.
En la actualidad, se lee muy poco o no se lee. Pero es necesario,
en ambos casos, saber el por qué y también incentivar
este hábito como un modo potencial del acceso al conocimiento.
Una
de las razones principales de esta problemática es que
los alumnos viven entre dos mundos aparentemente inconexos y disociados:
la influencia de los medios visuales y la lectura de los textos.
De
hecho, "leer" un texto requiere la puesta en marcha
de procesos mentales diferentes que "ver" la televisión.
La lectura es un proceso enormemente complejo que exige una actitud
de concentración y un esfuerzo por buscar el significado.
Hasta llegar a ese significado, el lector debe realizar múltiples
operaciones mentales que afectan a otros tantos procesos lingüísticos
(codificar y decodificar la información, acceder al léxico,
procesar sintáctica y semánticamente las oraciones,
extraer el significado, activar el conocimiento previo a través
de inferencias, mantener la coherencia local y global de la información
leída, elaborar un modelo mental o referencia del contenido
leído
). La lectura de cualquier material escrito
invita a la abstracción de la realidad y a la reflexión
y es el lector quien controla todo el proceso. Puede parar el
proceso y retomarlo más tarde o puede releer cuando lo
estime oportuno. Para que la lectura sea gratificadora, es preciso
un esfuerzo de comprensión e interpretación de los
signos (León, 1996: 15).
El
bombardeo de los medios de comunicación ha posibilitado
que la opción de "leer" sea cambiada por la de
"ver". Mirar televisión es más atractivo,
ya que el espectador se condiciona por la fascinación de
las imágenes, desarrollando un sistema perceptivo diferente.
Si
prevalece la percepción sobre la abstracción, lo
sensitivo sobre lo conceptual, es natural que tienda a provocar
respuestas de carácter emotivo más que de carácter
racional. Ferrés lo describe de una manera muy ilustrativa
en el sentido de que sus apetencias van más en el continuo
"me gusta-no me gusta" que en la línea "estoy
de acuerdo-no estoy de acuerdo". Lo intuitivo y emocional
tenderá a primar sobre lo intelectual y racional. Algunos
fenómenos culturales recientes podrían explicarse
desde la perspectiva de las distintas habilidades mentales que
desarrollan la televisión y el libro. La proliferación
de la cultura icónica puede estar dando lugar a un tipo
particular de lector, el lector perezoso, capaz de descifrar pero
no de leer. La incapacidad de concentrarse le dificulta o hasta
le impide la comprensión de lo leído. Podría
sumarse el fenómeno del analfabetismo funcional (León,
1996: 16/17).
Se
debe convivir con este medio y también se debe tener en
cuenta que la lectura del diario en la escuela puede transformarse
en un buen recurso, independiente de cada actividad. Se tiene
como ventaja que el alumno pueda reconocer los alcances de la
realidad en una dinámica integral. La atención estará
focalizada en motivar al alumno a un análisis textual para
su posterior debate.
El
conocimiento de causa de las características fundamentales
de esta comprensión textual puede llevar a elaborar modelos
didácticos para enseñar determinadas categorías,
reglas y estrategias. Un alumno no sólo tendrá que
comprender oraciones, sino que también deberá aprender
de qué manera están organizadas las informaciones
en un texto más extenso -por ejemplo, en un artículo
periodístico-, cómo puede "aprender" esta
habilidad lo más eficazmente posible, cómo se resume
adecuada y correctamente un texto y cómo se relacionan
finalmente las estructuras textuales con las funciones pragmáticas
y sociales de los textos. Después de haber conseguido un
cierto conocimiento de causa sobre la manera en que de hecho pueden
elaborarse los textos, podemos predecir en cierta medida la complejidad
didáctica de determinado texto, su posibilidad de aprendizaje,
las cuestiones más relevantes que pondrán y deberán
plantearse y la proporción de informaciones textuales que
se retendrá y que sigue siendo asequible durante algún
tempo (Marino, 1999: 18).
Los
conocimientos que se imparten en el aula no pueden estar disociados
con los de la vida real, para lo cual resulta necesario que el
docente pueda recurrir a la lectura del periódico para
mitigar la separación entre ambos mundos, que por lo general
son considerados como compartimentos estancos, separados y con
escasa relación.
La
presencia de la prensa en el aula, permite, entre otras cosas,
contrastar la información del periódico con otros
diarios, con otros medios de difusión e incluso, con los
contenidos académicos. El alumno puede generar una opinión
más objetiva y elaborada ante versiones distintas de un
mismo evento. Este hecho es crucial para el desarrollo intelectual
del alumno, ya que no debemos olvidar que una de las cuestiones
básicas que influye directamente sobre la asimilación
de una información es la capacidad del lector para contrastar
informaciones diferentes sobre un mismo hecho. Esta capacidad
para relativizar las opiniones o la interpretación de la
realidad es uno de los aspectos esenciales que deben estar presentes
en la formación integral del alumno, pues forma parte sustancial
en el desarrollo de un pensamiento y actitud crítica ante
la vida. Es absolutamente relevante poseer este tipo de pensamiento
para desarrollar un pensamiento científico (León,
1996: 182).
De
este modo, recorrer las secciones del diario o cualquier medio
gráfico, incentivar la búsqueda de temas y, sobre
todo, formar lectores críticos, se transformarán
en objetivos globales para su incorporación.
Escritura
de géneros
Antes
de la escritura, se vivía en el espacio acústico
de la oralidad, y el lenguaje habitaba en las sombras de la memoria
y la arquitectura de los gestos. El lenguaje, a través
de su evolución, ha dado forma y orden a la cultura, cuya
manifestación logra establecerse en los mecanismos de la
percepción y en prácticas materiales donde se concretiza,
es decir, en las relaciones y reconocimientos entre los individuos.
La
escritura, en cambio, queda conformada en este orden primigenio.
Tiene como finalidad la organización del espacio acústico
en lo visual, mediante el empleo de un sistema de escritura, basado
en la estructura de las letras, signos ortográficos y símbolos.
Esto origina un perfil social que interpreta las múltiples
realidades y dan como resultado la experiencia y construcción
individual en lo colectivo.
La
lectura es el acceso a la modalidad de escritura. Se puede afirmar
que sin lectura no se puede conformar la escritura. Resulta paradójico,
pero es una realidad incuestionable. Manejar el lenguaje escrito,
tanto en la escritura como la lectura, implica tomar conciencia
simultánea del mundo y del lenguaje. Ocurre, por tanto,
una reciprocidad funcional. El lenguaje logra crear un mecanismo
de "fijación" del mundo que lo convierte en objeto
de reflexión; la escritura, en cambio, "fija"
el lenguaje de una manera determinada y lo convierte en objeto
de revelación.
En
las clases en que se debe ejercitar la escritura, se toma como
modalidad una práctica común: redacción tema
"la vaca". Este ejercicio ritual, lejos de tener que
aplicar las normas ortográficas, léxico y un orden
gramatical del discurso, dista mucho de ser efectivo. La vaca
se transforma en un objeto dirigido. La redacción se organiza
esquemáticamente dando detalles de la forma, peso, volumen,
hábitos alimenticios, etc. No podemos inventar "nuestra
vaca", la que tiene cinco patas, dos cabezas, es de color
anaranjada, ni mucho menos con alas y que vuele. Todo se transforma
es un esquema, sin ningún dejo de imaginación o
fantasía.
La
aplicación de una escritura periodística cuenta
con múltiples alcances. Al conocer los géneros,
se puede aplicar su contenido a otros temas escolares. El alumno
podría utilizar la crónica, por ejemplo, para dar
a conocer los sucesos de la "Semana de Mayo".
De esta manera, la escritura periodística puede optimizar
el aprendizaje integrado, a fin de evaluar un conocimiento empírico
en base a la propia producción de textos. El alumno ya
no aprenderá las reglas de la sintaxis a partir de un "modelo
ideal", sino que podrá aplicar un orden gramatical,
basándose en una comprensión lectora, tomando conciencia
de las secuencias interpretativas del discurso.
Este
eje integrador es válido para todas las materias, ya que
la "escritura" es un "recurso primario", potencial
e integrador para la adquisición del conocimiento.
Taller
de periodismo
Muchas
veces se tiene una idea errónea de lo que significa un
aula taller. Se considera que es un espacio en donde se aplica
como norma el "saber hacer" desde la práctica.
El coordinador considera, por ejemplo, que "escribir se aprende
escribiendo". De esta manera, todas las actividades se reducen
a un postulado tautológico, en donde lo prioritario es
canalizar las inquietudes de los participantes y la de compartir
una experiencia colectiva.
La
metodología del aula taller (que no es nueva en nuestro
país ni en el mundo) dista mucho de esta propuesta simple
e ingenua. Es por sobre todo un replanteo en la dinámica
del aprendizaje.
El
alumno cambia de rol (respecto del aula tradicional) y pasa a
ser un sujeto activo de su propio aprendizaje. La tarea docente
consistirá principalmente en la de coordinar y desencadenar
(cuando no sucede espontáneamente) de los procesos cognitivos,
utilizando el diálogo y el debate. A su vez, tendrá
que planificar su clase de una manera dinámica, a fin de
motivar a sus alumnos. Más que dar respuestas, deberá
hacer preguntas. Este replanteo de la metodología implica
tomar conciencia de la no disociación entre cómo
enseñar y qué enseñar, es decir, dar al conocimiento
una forma que no sea contradictoria con su contenido, a fin de
dejar de lado las viejas "recetas" que se aplican como
una función algorítmica, rutinaria.
A
su vez, aplicando esta conceptualización a los fines del
taller de periodismo, el docente debe reflexionar acerca de los
presupuestos básicos y esenciales para introducir de manera
adecuada la prensa en el aula, para lo cual es necesario establecer
un vínculo entre la "investigación cognitiva
de textos" y la "experiencia didáctica"
de estos textos.
Una
primera tarea que se deberían plantear aquellos que quieren
emprender un programa didáctico de este tipo es la de conocer
y comprender las características funcionales y estructurales
de los periódicos en cuanto que son los soportes materiales
de dicha información. También sería necesario
conocer la incidencia que tiene el conocimiento previo del lector
sobre la comprensión de la noticia y analizar de manera
precisa qué es lo que los alumnos comprenden de un periódico.
Sin estas dos premisas no podríamos facilitar un aprendizaje
significativo. Es necesario saber algo más sobre cómo
se representan en nuestra mente las distintas secciones del periódico,
si existen diferencias entre esta representación de los
alumnos respecto de la de los adultos o la concepción de
un experto. Sin estas reflexiones, a la vez descriptivas y analíticas,
se puede caer en el riesgo de utilizar erróneamente el
instrumento innovador (la prensa en este caso) y de generar, como
señala Alonso Erausquín (1990), resultados imprevistos
e incluso contraproducentes. La valoración de estas premisas
nos ayudaría, al menos en parte, a evitar el riesgo de
que esta experiencia pudiera caer en un "tópico pedagógico
vacío de contenido", como lo denomina García
Galindo (1990) (León, 1996: 24-25).
En
un taller de periodismo, estos conceptos se definen como básicos
para la organización de las distintas actividades que se
pueden generar: lectura de diarios y revistas, aplicación
de la escritura, armado de un periódico escolar, entre
otras.
Para lograr dicho objetivo, es necesario que en la planificación
se contemple como práctica el desarrollo de un conocimiento
teórico, la de optimizar recursos con metas claras y concretas,
y la aplicación del pensamiento periodístico.
Pensamiento periodístico
En
todas las actividades, se puede diferenciar un pensamiento aplicado
de acuerdo con la modalidad operativa: se utiliza el pensamiento
crítico para la lectura de textos; el creativo, cuando
se escribe un cuento y el ideológico, al momento de analizar
un discurso.
Surge otra variante, la aplicación del "pensamiento
periodístico" vinculado con las actividades pedagógicas.
Este nuevo enfoque es una visión distinta de la realidad,
en cuanto al desarrollo de conductas como la observación,
selección y opinión.
Adquirir esta visión no significa que tanto el docente
como los alumnos sean periodistas, sino que se establece mediante
una propuesta en la que puede actuar la creatividad como fuente
inspiradora.
1.
CUALIDADES DISTINTIVAS
La
profesora Sandra Della Giustina consigna una serie de cualidades
distintivas del pensamiento periodístico, entre las que
se destacan:
a) Dar prioridad a lo diferente,
a lo prominente y a lo inusitado.
b) Buscar las ideas y elementos esenciales y disponerlos de
tal modo que su manifestación sea lo más clara
y sencilla posible.
c) Emitir mensajes de acuerdo con los intereses del receptor
y a la propia convicción.
d) Implica una postura ideológica y filosófica
establecida y conocida.
e) La estrategia periodística ronda siempre la búsqueda
del punto de vista diferente, original y por qué no polémico:
nadie compra una revista o un periódico para leer lo
que ya sabe.
f) Acota espacios y tiempos. Por lo tanto, las ideas generalmente
compiten entre sí. No siempre se eligen las mejores sino
las más significativas para el periodista y para el lector
(1998: 22).
2)
EJES LÓGICOS
El pensamiento periodístico, aplicado en el ámbito
educativo, puede basarse en tres ejes lógicos: cómo
criterio, como expectativa de logro y como objetivo.
Como
critério
La aplicación del pensamiento periodístico se basa
en la adquisición de un conocimiento técnico y de
una perspectiva que instrumente el espíritu crítico.
De
este modo, la actividad docente no se reduce simplemente a aplicar
las normas establecidas de los géneros ni tampoco a esquemas
conceptuales. Mediante esta visión, se podrá motivar
a los alumnos hacia la búsqueda de nuevos conocimientos,
que surgen de la puesta en práctica de estos conceptos
desde una perspectiva holística.
Como
expectativa de logro
Las expectativas de logro que organice el docente deberán
ser flexibles, reales y consensuadas en un amplio criterio. Quizá,
la utópica, como el caso de formar futuros periodistas,
sea casi inalcanzable, pero tendrá como alternativas otras
que se adecuen a la realidad. Por ejemplo: fomentar el espíritu
crítico entre los alumnos, acorde con las distintas edades,
mediante la aplicación de técnicas periodísticas.
Como
objetivo
El docente debe evaluar entre sus objetivos la aplicación
del pensamiento periodístico en cada actividad. Esto puede
traducirse en una perspectiva que se adecue a establecer un rol,
o bien, a que los alumnos piensen como periodistas.
El
rol de periodista puede convertirse en una actividad lúdica
aplicable en el primer ciclo de EGB. Los niños, al jugar
a ser periodistas, pueden representar este rol, al igual que el
del entrevistado. Sólo se necesitan algunos elementos básicos
y un cuestionario de preguntas.
A
partir del segundo ciclo de EGB, el docente puede integrar en
sus actividades, en forma gradual y progresiva, el desarrollo
de una actitud periodística. Esta dinámica motiva
al alumno hacia el logro potencial de la percepción, abstracción,
contextualización y selección de la información,
en los que pueden emplearse la imaginación y creatividad.
En
alguna medida, este objetivo será prioritario para la formación
integral del alumno, a fin de cuestionar la realidad circundante
y ciertos aspectos para analizar de qué manera los medios
pueden hacer uso y abuso de un hecho, acorde con el concepto ideológico
que éstos apliquen.
3)
ESTRUCTURA GLOBAL
El pensamiento periodístico se recrea en una estructura
global, de acuerdo con el grado de representatividad que ejercen
la noticia, la información y la opinión.
La
noticia
En alguna medida, todos conocemos cuál es el concepto primario
de noticia, es decir, aquel hecho en que todos los medios se hacen
eco por su importancia.
Lo
que se afirma en la aplicación del pensamiento periodístico
es el reconocimiento de la estructura genérica. Mediante
un orden establecido, se pueden reconocer un criterio selectivo
y establecer las prioridades en los distintos medios. Por ejemplo:
En el Polo Petroquímico, se dan a conocer las futuras inversiones
de las empresas. En el diario local, la noticia puede ser publicada
en primera plana, mientras que en los capitalinos, aparecerá
en las páginas interiores.
La
información
Desde un punto de vista general, la información (1)
es un corpus en donde se desarrollan o se combinan ciertos elementos,
por el cual, el lector interpretará de acuerdo con sus
emociones o inquietudes. Esto equivale a decir que la organización
es la estructura física de la información, es la
forma que se le intenta dar. Para esta forma, no sólo se
requiere de un instrumento matemático, sino también
filosófico, porque no sólo están enlazados
con la cantidad de palabras que existen, sino también con
su calidad. Este conjunto será la información.
La
información puede ser definida como el "dato"
del hecho que se comunica. Diríamos, entonces, que la comunicación
es el significado del significado. Esto es, el lenguaje que articula
e integra los elementos de la comunicación para inscribirlos
en la memoria actuante del hombre; no en vano los especialistas
llaman a la comunicación "memoria de largo alcance".
Esto es lo que convierte la información en valores sociales
de comunicación. Entre aquello que se dice y se retiene,
la información es una síntesis del principio del
proceso y la comunicación el circuito que lo cierra.
La
información llega al receptor a través de ciertas
leyes análogas que determinan su asimilación e interpretación,
acompañados con el grado de evolución y perduración
en el tiempo. Este vasto campo de la información, que con
gran velocidad logra imprimirse en su difusión y distribución,
es un largo proceso necesario. El tiempo será el encargado
de seleccionar y conservar lo que realmente sea de utilidad: el
hecho histórico, un conocimiento científico, etcétera.
El
manejo de un amplio caudal de información obliga al lector
a seleccionar el material en un orden decreciente, de acuerdo
con un criterio personal.
Esta
misma circunstancia se destaca en el ámbito educativo.
El alumno debe aprender cómo relacionar y rescatar aquellos
datos que resulten prioritarios, así como también
formarse en esta actitud crítica.
La
opinión
La opinión, en términos análogos, puede definirse
como el concepto que tiene una persona acerca de un determinado
tema por el sólo hecho de ser cuestionable. En este ámbito,
entra en juego un aspecto moral, es decir, un reconocimiento de
lo que se juzga, a veces, como bueno o malo, permisivo o no permitido,
burdo o falaz, etcétera.
Es
imperioso reconocer que en materia de opinión todos somos
expertos. Opinamos de todo y, a veces, lo hacemos de una manera
arbitraria. Para no ir a los extremos, será necesario que
el alumno pueda aprender a construir la opinión de manera
equitativa, con conocimiento de causa.
El
docente debe acompañar en esta formación, gradualmente,
con el empleo de diversas técnicas que le permitan al alumno
expresar su pensamiento. Este aprendizaje es recíproco
y se constituye principalmente con la interacción del individuo
con el medio, de los grupos con la realidad en la que se encuentra
subsumido, y éstos con los roles que deben cumplir.
Opinión
Pública
Para
definir a la opinión pública, es necesario analizar
los términos "opinión" y "pública"
por separado. Ya se ha definido "opinión", para
lo cual faltaría "pública", cuyo concepto
puede definirse como una cosa notoria, con la condición
de ser vulgar y común, por tanto, perteneciente al pueblo.
Se
puede afirmar que la opinión pública es el resultado
manifiesto de las diferentes opiniones de los hombres, sea cual
fuere su condición social, ya que no debe estar ajeno al
manejo individual ni colectivo de la conciencia popular.
Hay
que considerar pública la opinión vertida por un
conglomerado de gente o público, resultando siempre aquella
dúctil, versátil, transitoria, formulada por personas
que no se encuentran individualmente próximas unas a otras,
y que tampoco están unidas por intereses comunes, porque
provienen de diferentes extractos sociales que provocan desconexión
de grupos.
La opinión pública resulta entonces contradictoria,
y la comunicación juega relativamente con el llamado "mercado
de la opinión pública" [
]
Le corresponde al hombre de hoy controlar, analizar y encauzar
esa fuerza a través de las diversas técnicas y disciplinas
que conforman la comunicación social, aplicando una suerte
de acciones en pro de un mayor entendimiento de y por los hombres
(Martínez Valle, 1997: 97).
1)
PIRÁMIDE DE OPINIÓN
La pirámide de la opinión pública se encuentra
estructurada de la siguiente manera: En la base figura la opinión
general o del pueblo; en el segundo estrato, la opinión
calificada de políticos, clérigos, maestros, etc.;
en la parte superior, la opinión gubernamental, es decir,
la de los funcionarios de gobierno.
La
forma de interactuar de los estratos puede generalizarse de la
siguiente manera: la opinión calificada ejerce una amplia
influencia fundiéndose con la opinión general. A
su vez, una planificación debe estar estructurada de manera
tal que la opinión calificada pueda influenciar en los
sectores gubernamentales y, por ultimo, en el del pueblo.
En
épocas de democracia, existe una variante de la pirámide.
El pueblo ejerce, teóricamente, el poder de opinión
para influir en las restantes, pero, en la práctica, esto
no ocurre. Muchas veces, sucede que la clase gubernamental se
encuentra dominada por una "elite", que actúa
a espaldas del pueblo, conservando el poder, ya que no admite
el acceso de otros grupos.
Puede
aplicarse este último caso, también, en los periodos
de gobiernos dictatoriales. Su poderío lo ejercen a través
de la educación para controlar la "voz" del pueblo.
2)
ESTRATOS
La opinión pública abarca los siguientes estratos:
a)
LA CREACIÓN ORIGINAL: Todo valor se origina a partir de
una opinión individual, poniendo de manifiesto la capacidad
interpretativa del hombre. La creación original marca un
punto de referencia de la división entre el ser y no ser.
b)
LA VOCACIÓN INTELECTUALIZADA: Está conformado por
un grupo de personas especializadas, que no sólo muestran
un interés particular acerca de los temas de actualidad,
sino que se dedican profesionalmente a esta materia. Por ello,
socialmente, este estrato se encuentra siempre vigente. Sus integrantes
han alcanzado un grado de madurez con respecto al anterior, que
no sólo se limita a recrear su opinión, sino que
mejoran y esclarecen los puntos de un tema que se encuentran en
debate.
c)
LA COMPRENSIÓN OBJETIVA: Se muestra el comportamiento de
los estratos anteriores, el que se agrega como característica
la tonalidad emocional, ya que la opinión se manifiesta
acorde con las circunstancias y en el modo de actuar selectivamente.
d)
LA COMPRENSIÓN SUBJETIVA: En este estrato, se puede incluir
al hombre común que, por regla general, participa sin saberlo.
Lo que se sostiene es la comprensión subjetiva con que
se valora el mundo, es decir, su accionar cuando genera opinión
por las cosas que le agradan o disgustan. Dentro de este ámbito,
suele pasar por distintos temas con una indiferencia total. En
cambio, cuando participa, es capaz de negar o afirmar algo y tomar
partido por aquellos temas que son de su interés.
Todo
esto conformará la llamada "reacción-opinión",
es decir, el individuo podrá extraer conclusiones que convergen
en una actitud básica para la formación de una opinión.
El hombre, permanentemente, reacciona ante una determinada situación,
como una constante de su comportamiento.
En
la actividad social que se encuadra dentro de la opinión,
se puede mencionar en su estudio cinco clases de actitudes bien
diferenciadas:
RACIONALES: La persona busca
una justificación lógica.
TRASFERENCIA: En este caso, trata de derivar el problema.
COMPENSACIÓN: Las carencias deben ser compensadas.
PROYECCIÓN: Deriva la circunstancia hacia variantes distintas
hasta llegar a identificarse con el problema.
SIMPLIFICACIÓN: Se reduce el problema a una síntesis.
De este modo, el pensamiento periodístico puede actuar
como desencadenante de una serie de situaciones para comprender
los aspectos que reflejen los medios, ya que éstos se consideran
como un reflejo de la propia sociedad.
A
su vez, cada actividad que realice el docente, adecuados a los
distintos niveles de enseñanza, pueden hacerlos efectivo,
en tanto y en cuanto, apliquen la creatividad e imaginación,
lejos de convertir la tarea escolar en un rito carente de sentido
para el alumno. Las posibilidades de revertir un viejo esquema
de enseñanza-aprendizaje dependerá del docente,
que será beneficio para su formación y la de sus
alumnos.
Notas
(1) "Toda noticia es información,
pero no toda información es noticia. No son, por lo tanto,
vocablos sinónimos. Para definir esa relación en
el lenguaje se emplean las palabras hiperónimo e hipónimo.
Información es hiperónimo (significado más
amplio o general). Noticia es hipónimo (significado más
restringido o particular)." (Dido, 1996: 18)
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Jorge Marín
Obtuvo los títulos de Perito Superior en Periodismo,
(EDAYCI -Estudio de Asesoramiento y Capacitación Integral-,
Buenos Aires), Técnico Superior en Periodismo (ISCCS -Instituto
Superior en Ciencias de la Comunicación Social-, Bahía
Blanca), Profesorado Superior en Periodismo (Instituto Superior
APM, Bahía Blanca), Técnico Superior en Computación
(Instituto Argentino de Computación, Buenos Aires). Se
especializó en cultura y educación, periodismo ecológico
y cinematográfico, crítica literaria y metodologías
de la investigación. Es autor de los ensayos "Villa
Mitre, la Reina de las Villas" (Fondo Municipal de las Artes
de Bahía Blanca), Cine de Dibujos Animados, Periodismo
Educativo y el presente ensayo. También es autor de "Cuentos
de Germán" (Del autor). Colabora con artículos
en diarios y revistas especializadas de la Argentina y el extranjero.
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